jueves, 11 de febrero de 2016

SOMOS



Tengo un jardín lleno de ideas. Todas desordenadas. 

Algunas las sembré hace años y dieron sus frutos, varias me dieron atractivas flores que al final se marchitaron, aún regándolas cada anochecer. Algunas jamás echaron raíces, ni con abono ni con el amor más puro que podía ofrecer. Y otras muchas, las dejé en el cajón de "ilusiones por sembrar".

Todos, y cuándo digo todos me refiero a "nosotros", a los que nos consideramos "normales y corrientes" aún siendo sumamente especiales. Los que nacimos y sin saber hablar ya estábamos en la guardería, el primer dibujo y ya casi en parvularios, el colegio, el instituto, la universidad, el trabajo...  
¿Por qué? Porque es lo que se supone que todos debemos hacer para tener un pequeño e insignificante hueco en este mundo tan grande.
¿Trabajamos para vivir? o ¿Vivimos para trabajar? Anhelamos lo material y odiamos las largas jornadas laborales, por eso aprovechamos los fines de semana para gastar, ¿no? 
Somos la sociedad del consumismo, la sociedad de la información, configurada en el culto al dinero y la insensibilidad por los demás.

¿Y qué?  

Somos hijos de los que acabaron con la esclavitud en los países desarrollados, somos hijos de los liberadores de la mujer en muchos aspectos de la vida, hijos de los que nos ofrecieron una igualdad formal de géneros (jamás igualdad real), somos hijos de los que consiguieron grandes avances en la ciencia. Hijos de aquellos que crearon crisis y despotismo humano en forma de regímenes totalitarios, que causaron guerras mundiales, genocidio y etnocidio, somos hijos de las desigualdades. 
Vivimos el mal de las vacas locas, el volcán Etna llevándose a su paso pueblos enteros, somos el 11S y todas sus víctimas (2001), somos los dolores de cabeza con si peseta o euro, somos los atentados de Bali, el desastre del Prestige (2002). Pero también somos los que gritamos "No a la guerra", mientras en Boston, Massachussetts, Marck Zuckerberg, creaba la red social más importante, Facebook (2003). Somos el tsunami que acabó con más de 200.000 personas en Tailandia, Sri Lanka, Maldivas, Myanmas y La India (2004). Somos los que, por fin, aceptamos que el amor no tiene edad, ni raza, ni sexo, y entró en vigor la ley del matrimonio Gay en España (2005). Somos la segunda guerra del Líbano (2006) y el "porqué no te callas" de Don Juan Carlos I (2007). Somos la crisis financiera que entró en 2008 y los que decidieron que el color de la piel no te hace mejor ni peor presidente, y llegó el "yes, we can" de Barak Obama. Somos la pandemia de gripe A y la muerte del rey pop (2009), somos el terremoto de Haití y el rescate de los 33 mineros chilenos, somos la copa de Sudáfrica (2010). Somos la muerte de Bin Laden, el cese de fuego de ETA y  el maremoto y terremoto de Japón (2011). Y los creadores de "El mundo acaba en 2012", la masacre de Sandy Hook y la búsqueda de paz de Colombia (2012).  Somos el meteorito que cayó en Rusia y daño al menos 6 ciudades, somos la muerte de Hugo Chávez, y la elección de Benedicto XVI, somos el super tifón de Haiyan y la pérdida de la figura de lucha y ejemplo contra el regimen racista, Nelson Mandela (2013).  Somos la abdicación del rey, somos las 4 mujeres, famosas, desnudas y hartas de la censura de instagram, la muerte de Robin William, somos el ébola y su miedo al contagio (2014). 

SOMOS SUPERVIVIENTES, SOMOS HISTORIA. 

No voy escribir sobre las etiquetas que pone la sociedad, las reglas, los deberes, no voy a hablar de los jóvenes de hoy, ilusionistas, dogmáticos, "quejicas". No voy a entrar en ese juego. Solo quería recordarme de dónde vengo y sacar de aquel cajón empolvado, las semillas de ilusiones para seguir cuidando mi jardín de ideas.


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